Normalmente estamos acostumbrados a contarle las costillas a los demás, pero cuando viene de frente y nos toca bailar con un Examen y averiguación exacta y diligente para que alguien más se forme juicio de nosotros, preferimos a veces prescindir de que se murmure: nos defecamos (léase como sinónimo de “nos aterramos “).
Entonces, cuando alguien más quiere ver si somos tan machitos, tan inteligentes o capaces para cierta actividad, muy cortésmente decidimos políticamente zafar bulto. Ese muerto yo no lo maté, que otro lo cargue.
Pero cuando el enfrentamiento es inminente, la colaboración y disposición, unas dos cajetillas de cigarros y un par de padresnuestros, combinados con golpes de pecho son necesarios. ¿Necesarios para qué? De cualquier forma seremos objeto de escrutinio.
Lo confieso, estoy ahuevado, con niveles de adrenalina altísimos. Cagado para ser exactos. Tenía cinco años de no percibir este tipo de presión, un lustro de hacerme toda clase de baboso para no enfrentarme a la verdad. Ahora veremos, ¡si truenas pistolita!
Salú.
Edwin Enrique Soria Juárez
P.D. A las 15:00 horas -6GMT da inicio.
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