martes, junio 26, 2007

Obscēnus

Sus manos eran obscenamente delgadas. Esos dedos largos y huesudos eran interminables. Para crear una apariencia de final, en los extremos de las uñas ella pintaba unas líneas blancas, perpendiculares a sus dedos. Sin embargo, esas puntillas blancas parecían más puntas de lanza que finales de tormento.

Al final ella durmió. Con un pequeño corta uñas, Alonzo decidió librarse de los infinitos que marcaban esos huesudos dedos. Cortó lo blanco y lo menos blanco. Respiró y tomó descanso. Al despertar el rojo que brotaba había inundado la habitación y Alonzo no pudo más.

4 comentarios:

Todo a Cien dijo...

no sé si este post tiene relación con el de insolitus pero en cualquier caso, tu escritura me ha encantado. da mucha amplitud a la imaginación de cada cual. me encanta ser descriptivo. ayuda a cada uno a ejercitar su propia forma de ver las cosas. me gustó pasar por tu casa virtual. un saludo,

Enrique Soria dijo...

A la orden, aunque está en animación suspendida pero está para esculcarlo.

Salú,

Todo a Cien dijo...

hola. me dejaste un comentario que no podía enlazar mi feed. te lo paso.
www.pensamientostodoacien.blogspot.com

volveré a leerte. un saludo

Rafael Mendoza López dijo...

Buen blog, seguí adelante.