viernes, julio 22, 2005

Filiaster

La muerte/violencia es como una amante, no se conforma con tener encuentros furtivos en moteles lejanos a nuestra casa. Repentinamente llega, toca la puerta de la casa y saluda a la señora de la casa, se instala y mira la telenovela, al llegar la noche se sienta en la mesa y comparte con todos, los hijos, la esposa y el dueño de la casa. Cuando menos se piensa, está tratando a los hijos propios como lo que son a luces de ella: hijos queridos que ha de torturar para lograr educarlos. Ellos crecerán con la idea de no salir a buscar lo que en casa tienen. Hay que preguntarle a los gringos, los españoles y ahora a los ingleses, si están aprendiendo la lección.


EESJ

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