jueves, mayo 31, 2007

Maius Zompopo

zompopo. (Del maya zonm, hormiga, y popo, grande

Los Zompopos de Mayo son una de mis aficiones infantiles. Lo que más me agrada es que anuncian en silencio y con alfombras (amanecen en el asfalto) la entrada del invierno. La época de lluvia para ser más correctos, ya que en estos trópicos mayenses, existen únicamente dos épocas: lluviosa y seca.

La costumbre en el colegio era ponerlos a pelear. Un campeón podría durar hasta dos días. la preparación a la batalla incluía (cuando aún las tenían) la amputación de las alas. Luego de cada pelea ganada solía pintarles con corrector blanco un punto sobre la espalda, al muy estilo tribal.


Hoy en la mañana localicé sobre el capó del vehículo a dos en plena lucha, la fotografía la tomé con el teléfono celular, así que les debo la nitidez de la imagen.


En aquellos días en el recreo del colegio, podían concertarse hasta seis peleas. Los retadores sobraban. En ocasiones había que tener hasta tres púgiles para lograr, al final del día al menos con un campeón. Tiempos aquellos.

Espero que los ambientalistas y los amigos protectores de la naturaleza no me levanten juicio. Eran sólo juegos infantiles, obviamente crueles, sino carecerían de lo infantil del juego. Por cierto, se me olvidaba mencionar que a estas hormigas gigantes (un campeón puede medir hasta 2.5cm/1pulgada) les remueven la última parte de los mismos (el culito pues), el mismo se pone al comal y ya tostado, se come con tortilla y limón.

Saludos,

3 comentarios:

Anónimo dijo...

En mis intrincadas memorias, recuerdo alguna vez haber escuchado que los susodichos guerreros salían de no sé que volcán en Guatemala, para irse a aparear en un lugar indefinido. Y que los que se utilizaban cual gallos embelequeros, eran los que no lograban llegar, matándose a mordidas por pura frustración sexual. Echo que al final considero solidario, pues como muchas especies, el objetivo es reproducirse. La lluvia cae luego de que el cielo los descubre, pues es necesario apagar su furia, de lo contrario acabarían con el mundo.
JRenato Buezo

Andromeda dijo...

uuuuy... un minuto de silencio por esa especie extinta. Tengo como 5 años de no ver uno de estos

Anónimo dijo...

Zompopos de mayo ... en junio

Sucede en algún camino del pueblo donde crecí tras la ventana de un cuarto, la edad no interesa porque se tiene a la memoria para recordar. Son ellos, retornan supremos, los zompopos de mayo¡¡
¿No se oculta entre los ojos de un zompopo el jeroglífico de una constelación casi imposible? En una historia que debía relatar el Popol Vuh -pero que bien podría haber imaginado Kafka- los zompopos (según los abuelos) son mostrados como animales favoritos de los antiguos moradores de estas tierras.
Ya en el siglo XVIII, Francisco Ximénez, traductor del Popol Vuh, se refirió a los zompopos de mayo en su obra Historia natural del reino de Guatemala. "Tienen la cabeza grande y unas tenazuelas que parece que son de acero y tienen filo, y punta corva y cruzada como las tixeras; y así cortan con ellas cosas bien duras... Aquestas grandes y con alas, no salen del hormiguero, sino es cada año cuando caen los primeros aguaceros, que es por el mes de mayo...y se levantan volando con una singularidad maravillosa, por lo cual los indios, y otras personas que las comen tostadas, y dicen que es comida sabrosa, las cogen con facilidad...y es que como no han visto luz, al verla tan hermosa se van a ella, y así los indios no tienen más que encender unos ocotes, y con esto se les vienen todas a las manos, y cogiéndolas las tuestan, y las comen, y aun las sacan a vender, como lo he visto".
En mi pueblo, Cuilapa, contemplaba desde mi pupitre en la escuela Domingo Faustino Sarmiento esa lluvia incesante de zompopos alados, deseando que se terminaran las clases para salir corriendo para participar en los célebres combates que se sucedían bajo los ojos de apostadores y entusiastas que acuclillados o recostados boca abajo les incitaban al ataque. Dos zompopos, uno frente al otro, conforman un universo clausurado.
Me contaba mi abuela que lo mismo hizo el generalísimo comandante de las tropas de cakchiqueles que debía defender Iximché ante la amenaza de invasión de los españoles, se entretuvo en la contemplación de una prolongada pelea entre dos de los zompopos.
Para cuando el combate entre los zompopos acabó con la victoria de uno de los insectos y la muerte esperada del otro, los españoles habían derribado casi sin resistencia las defensas de la ciudad, violaban y degollaban a las mujeres y el Imperio cakchiquel se desbarrancaba para siempre hacia la pendiente de la historia... se perdió un imperio por culpa de los zompopos de mayo, que ahora aparecen en Junio.